Baños – Béjar – Navalmoral

Ruta realizada el Domingo 23/04/2023

Dificultad Física
Dificultad Técnica
46.2 km
344 m
183 Km Distancia Madrid
8h05'
3h21'
Características Terreno Suelo normal (tierra con alguna piedra), sin trialeras, sin obstáculos, sin limitaciones de temperatura

Participantes: Domingo, Félix, Pepe, Tomas

Mas detalle ruta

Descarga ruta: 2023-04-23-Banos-de-Montemayor-Navalmoral-de-Bejar.gpx
Reproductor audio crónica:

Salida de primavera, la fecha es abril y el cielo despejado parece negar el refrán. Desde Madrid a Baños se puede ir por dos rutas diferentes: rodeas Gredos por arriba o por debajo. Son prácticamente equivalentes, una con más pueblos y menos autovía, pero más corta; la alternativa sur invierte esas mismas variables.

Como somos gente de conocer, pioneros, intrépidos, elegimos trazados distintos. Un tercer coche podría haber desequilibrado el empate, claro, que también tenía la opción de pegarse al Jerte y el Tiétar por la  carretera de los pantanos.

Lo que no cambia es la puntualidad prusiana, puntuales como ferroviarios antiguos estamos todos en el aparcamiento del hostal La Glorieta y, para seguir con asuntos de trenes, nos preparamos para conocer la Vía de la Plata.

En el hotel las habitaciones aun no están listas, nos ofrecen dejar allí coches y equipajes y quedamos en formalizar la entrada a la vuelta.

Para ascender de Baños de Montemayor al trazado de la vía superamos la cuesta más exigente del día, saliendo por las calles que atraviesan el pueblo.

Ya ese primer contacto nos deja claro por qué se llama “Baños”. Es un núcleo urbano surgido por y para “tomar las aguas”, aquella actividad socio-terapéutica que tan en boga estuvo en el XIX y principios del XX, retomando el SPA romano (hay quien dice que las siglas vienen de “sanum per aquam” latino, también los que defienden que es el nombre de un pueblo Belga, donde comenzó todo).   

Ya lo hemos visto, ya estamos en la vía, junto al edificio de la antigua estación. Lo difícil está hecho, ahora solo queda rodar pausado, mucho rato, con muchas paradas y con más fotos. Disfrutamos de un campo verde que parece un jardín. Gran variedad de árboles todos con la hoja recién estrenada. Los castaños adelantan a los robles, los nogales están pletóricos y de cuando en cuando aparecen cerezos con fruto incipiente, para recordarnos en qué zona estamos.

Hemos tenido suerte, a pesar de la sequía, este rincón extremeño se mantiene húmedo. Bien es cierto que ahora deberían bajar torrentes de agua por todos los cauces, con sensación de estrépito, no es el caso, pero vaya, nos vale.

Durante el recorrido vemos los antiguos artilugios para guiar la circulación de los trenes y las construcciones que fueron estaciones modestas, pero muy bonitas, con paredes de piedra y tejados volados, sustentados contra las fachadas por tirantes y largueros inclinados, para aumentar la superficie protegida a los viajeros que esperan. La piedra es de la zona y la madera probablemente roble o castaño, vamos, un lujo.

Coronas el puerto sin darte cuenta, viendo a lo lejos a la autovía que lleva el mismo nombre, con mucho tráfico de camiones. Seguimos a Béjar, pero no entramos al casco urbano. El trazado tiene la amabilidad de poner la estación a al entrada y ofrecernos un túnel largo e iluminado para pasarla por debajo.

Por estirar un poco el chicle nos llegamos hasta Navalmoral de Béjar y tomamos una cerveza. El último tramo está sin acondicionar, han dejado los raíles y disimulado ligeramente las traviesas con algo de tierra añadida. No sé cómo estará de ahí hacia el norte, espero que este pequeño abandono se limite al municipio de Navalmoral, es una pena.

Comida de menú de domingo, de esos que te clavan, con unos primeros muy discretos pero un entrecote de segundo que lo justifica todo. Excelente ternera blanca y generosa pieza de carne.

Ahora ya es dejarse caer de vuelta, muy poca pendiente, sol fuerte y brisa fresca. Una gozada. Le decía a Félix que sería más fácil justificar aquí el cobro de unos euros por pasar que en muchas iglesias provincianas y paletas. Es la fe (su falta), que nos lleva a juicios pecadores.

Café durante el camino y vuelta a Baños, a tomar posesión del alojamiento. Habitaciones discretas, pero suficiente. Relación precio/calidad aprobada. Esperamos a Alfredo y completamos el equipo de la excursión.

Como hoy hubo mucho coche, nos quedamos en el mismo pueblo, paseítos cortos y cena ligera. Más paseítos, una copa de fin de fiesta y a dormir.

Parece que esto empieza bien, que volveremos a acertar con nuestras rutas ¿será así? Pues míralo en la siguiente crónica, que intuyo será jugosa.

Otras fotos: Link Álbum

Visionar fotos y videos del Álbum de Google en el mapa: ver fotos

Pepe Montalvo

Pepe Montalvo

Listo, guapo, deportista y, sobre todo, humilde.


2 comentarios en “Baños – Béjar – Navalmoral”

  1. Pepe, te cae al pelo esta crónica ferroviaria que te recuerda tus primeros pasos laborales.
    La zona está muy bien. Mucho mejor de lo que me esperaba. Es verde y con buena masa forestal además de agua. Los pueblos modestos salvo Baños, Béjar y Hervás.
    La vía verde estaba atestada de ciclistas de cintura XXL y XXXL. Alguno con e-bike, nos jaleaba mientras nos pasaba a toda leche, con ese acento gutural propio de la zona que entienden los astados y demás semovientes, pero que a Domingo y a mí nos pareció poco respetuoso.
    Pepe, no has querido comentar el altercado con el chuloputas del puro que nos aromó la tertulia.
    Si bien el restaurante se pasa de precio por una comida bastante vulgar (salvo el entrecot que estaba magnífico), las vistas de Béjar desde el mirador del aparcamiento, son espectaculares.
    Yo añadiría alguna foto.

    1. Buena crónica que me devuelve imágenes del recorrido por esta vía verde, nunca mejor dicho por la vegetación que la circunda. Lo único es que había mucha gente, lo que no hace más que confirmar que debemos evitar los fines de semana en nuestras salidas.

Los comentarios están cerrados.